domingo, 19 de mayo de 2013

Un único destino.


Canto de tenores y barítonos, 
Calmada el agua de la mar, 
Violentos contrabajos que preceden 
a una tierra muerta y hastía.

Pétalos sin rumbo en la tormenta, 
cabalgan con el viento,
 y con el estruendo de los tambores.
anuncian una batalla y un fin. 

Espadas de fuego e ira, 
se blanden bajo un imponente cielo. 
Mis labios bañados en sangre,
Anhelan un último beso. 

Tu beso.

Por tu amor  he desencadenado,
la más grande y épica de las batallas,
jamás contada.

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