jueves, 30 de mayo de 2013

Pulsión

Bastardo será aquel que ose burlar el apellido, más yo convertiré mi cuerpo en objeto de deseo, porque aún gozo de la no eterna belleza fruto de mi juventud.

Bastardo seré entonces, pues me entregaré sin pudor, no a un solo cuerpo desnudo, sino a dos. Y si aún no se llega a calmar mi sed, buscaré el placer entre todo aquello que consiga desatar las más oscuras y salvajes pulsiones que subyacen en el fondo de mi ser.

Bastardo quiero ser, porque mi miembro ansía desde hace días por descargar. Y no me importa que de hombre o mujer se trate porque el fin es el mismo: apaciguar la bestia que ruge en mí con un hambre voraz.

Y entonces, hablarán. Juzgarán sin conocimiento y la envidia proyectará en mí la peste que tanto temen.

Seré el bastardo promiscuo de todos pues haré realidad los sueños fetiches que esos miserables no serán capaces de realizar en su vida.

Comeré sin  hambre y beberé sin sed. Seré como el niño que aún con su capricho en las manos, exige más y más.

Empezaré con una mujer. Primero la desnudaré. Luego besaré la blanca y delicada piel de su cuello. Rozaré con mi lengua sus suaves y redondeados senos. Me arrodillaré ante ella para averiguar cuál es el embriagador olor que emana de su entrepierna. Y cuando lo descubra no dudaré ni un solo momento en penetrarla con mi lengua. Estará poseída completamente . Se retorcerá de placer y gemirá como si de un animal se tratase.

Para mayor espectáculo de los cobardes que no supieron gozar de  de esta maravilla y son ahora presa de la autosatisfacción, unas bastas y rudas manos me rodearán el torso. Bajarán por mi abdomen hasta llegar a mi ya duro miembro. El éxtasis invadirá cada poro de mi cuerpo. Y vendrán muchos y muchas más. Penetraré con fuerza la virginidad que tanto aprecian las madres de sus desvergonzadas hijas. Probaré el dulce néctar que emergerá de la más basta y enorme verga. Practicaré la felación, el cunnilingus, la sodomía, el beso blanco y el beso negro. Gozaré de todo aquello que me proporcione placer.


Y al acabar...Al acabar nada habrá qué decir, porque cualquier palabra resultará ya insulsa. No conducirá a nada. Y solo quedará el continuo y agonizante murmullo del qué dirán.

domingo, 19 de mayo de 2013

Un único destino.


Canto de tenores y barítonos, 
Calmada el agua de la mar, 
Violentos contrabajos que preceden 
a una tierra muerta y hastía.

Pétalos sin rumbo en la tormenta, 
cabalgan con el viento,
 y con el estruendo de los tambores.
anuncian una batalla y un fin. 

Espadas de fuego e ira, 
se blanden bajo un imponente cielo. 
Mis labios bañados en sangre,
Anhelan un último beso. 

Tu beso.

Por tu amor  he desencadenado,
la más grande y épica de las batallas,
jamás contada.

lunes, 13 de mayo de 2013

Verso endecasílabo




Cuando me enamoré de ti

Esperando siempre de madrugada.
Por mi balcón, la primavera asoma.
Me regala su dulce y fresco aroma.
Adorando el contoneo de tu falda.

Y vinieron los días de verano.
 El sol, en un dorado te bañaba,
y al agua del mar, de cristal  pintaba.
Por tu amor, fuí un feliz lozano.


jueves, 2 de mayo de 2013

Aquella habitación del séptimo piso.




La noche había caído y las luces de la ciudad penetraban por la ventana del séptimo piso.

Ella, tumbada en la cama, giró la cabeza y le miró:

"Fue realmente mágico. El tiempo se paró. Nada más importante existía. Nada más importante que mirar sus ojos. Observar lo hermoso que era. La forma de sus labios, la curva de su nariz, sus pestañas y su alborotado cabello. Tumbado sobre aquella almohada blanca, como si de un ángel se tratara, caído del cielo para regalarme su sonrisa. En esa habitación. A esa hora exacta. Allí, conmigo."

Él, tumbado en la cama, a punto de romper a llorar:

"Fue realmente doloroso. Las agujas del reloj no avanzaban. Como si cosechara lo que había estado sembrando. Como si mereciera estar retorciéndome de dolor. Observar lo perfecta que era. La forma de su pelo, la perfecta curva de sus pechos, sus mejillas sonrosadas y su dulce sonrisa. Tumbada sobre aquella almohada cubierta de mentiras y cobardía, como si el mismísimo diablo me hubiera castigado por entregarme cuando no era ella a la que realmente amaba. En esa habitación. A esa hora exacta. Allí, conmigo, con una persona que no era yo."

Ambos se acercaron y se dieron su primer beso. Ella lloró por amor. Él, por traición.

Datos personales