Me entristece pensar que un día
pueda ser uno más.
Que recuerde su sonrisa y no
sienta nada.
Como si nunca me hubiese hecho
volar.
Me entristece saber que esto pueda ser así.
Lo que fue una maravilla, sea
nada.
Me entristece pensar que un día
pueda no estar ahí.
En mi camino. Para siempre. Para
toda la vida.
Porque dicen que nada es
permanente. Nada es permanente.
Pero ahora, está aquí,
conmigo.
Y eso me hace muy feliz.