lunes, 4 de marzo de 2013

Aquel niño con zapatos nuevos color crema


Aquel niño vestía pantalón corto de pana azul marino y camisa de cuadros celeste y blanca. Llevaba también unos llamativos tirantes rojos y unos zapatos nuevos color crema.

Estaba pisando suelo, un precioso y cálido parqué. Se encontraba en una enorme habitación sin ventanas que no llegaba a cerrarse a simple vista. Parecía que sus dimensiones eran infinitas. De cada uno de los planetas, estrellas y galaxias que se encontraban en la habitación,  brotaba una tenue y acogedora  luz, creando un bonito escenario de luces naranjas, azules y blancas que se difuminaban en la oscuridad. Aquel escenario se fundía en armonía con el sonido de un lento latido de corazón que se escuchaba en toda la estancia. Resultaba realmente placentero estar allí.

Entonces, el chico vislumbró un enorme cometa que se movía en la pared. Brillaba intensamente y desprendía un agradable calor. La forma rocosa del comenta agrietaba la pared en la que se dibujaba.  Puso la mano en ella para tocarlo y empezó a correr tras el comenta con una enorme sonrisa esbozada.

Estuvo horas recorriendo aquella pared agrietada e infinita, sintiéndose el niño más feliz del universo y desgastando sus nuevos zapatos color crema.

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